lunes, 28 de noviembre de 2016

Azul y Rojo

¿Cuál es tu color favorito?

Me resultaba alarmante como una pregunta tan sencilla se tornara en un inconcluso dilema a lo largo de mi apenas iniciante vida. Claro que mi vida  restituía en una serie de constantes dilemas pero elegir entre azul o rojo a la hora de dibujar no debería de ocasionar tanto conflicto, especialmente a una corta edad.

Esa era sólo la superficie del comienzo a todas mis disyuntivas.

Eso sí, jamás me gustaron los deportes. No porqué no me causaran interés, pues lo son.
Una torsión femoral de nacimiento me hizo crecer con (casi literalmente) dos pies izquierdos. Los juegos en equipo me causan ansiedad. Mi falta de coordinación motríz y la presión de mis compañeros me hicieron abandonar esa alternativa casi de inmediato.

Lo que a mi me gustaban eran las artes.
Pero no sólo una en específico. Me gustaban todas. He ahí otro de mis dilemas, el elegir una. A lo largo de mi vida practiqué cinco de las siete bellas artes y simplemente no hay una sola que me mantenga completa. Mi inestabilidad, palabra que para muchos tiene un sonar negativo pero yo le tomé bastante cariño y respeto a lo largo de mi vida, jamás me lo permitió.

Soy una persona inestable.
Y eso no es malo, pero sí lo aprendí a la mala.
Soy alguien que pasará horas cuestionando su sabor favorito de pastel.
Alguien que jamás tiene una respuesta inmediata a un: ¿Qué quieres hacer?
Y ni siquiera puedo comenzar a describir la genuina confusión al escuchar las palabras: ¿Hacia dónde quieres ir?

Pues no lo sé.

Por mucho tiempo dije que mi color favorito era morado, pues, es una combinación de ambos.
Hay días en los que siento que me gusta más el azul, dado que es un color que relaja.
Hay días en los que prefiero un rojo fuerte y sentirme viva mientras lo veo.

Cuando me dicen: ¡Sólo elige uno!
Es que porque no entienden que no puedo.
Necesito analizarlo
Necesito cuestionarlo

Necesito ambos.

Hasta que llegué en paz con la idea de que me llamo Nicole, soy una persona y me gustan ambos colores. 

Ambos colores.

Unos días uno más que otro, pero ambos.



Ambos.



Y eso está bien.

jueves, 24 de noviembre de 2016

Como niña [Poema]

Como niña

La primera vez que aprendí que nadie podría amarme más
 de lo que me amo a mí misma un universo nuevo de oportunidades y felicidad jamás antes visto se abrió ante mis ojos
Porqué en algún lugar durante el camino lineal hacia envejecer, la monotonía y el tiempo aprendí a despreciarme y a ser mi mayor verdugo.

Recurrí a la necesidad de mantenerme hermosa. Tan hermosa como para que algún día alguien pudiera darme el amor que yo tanto necesitaba, que yo quería, que yo pedía a gritos y simplemente pareciera que mientras más fuerte gritara más ruidoso se tornaba el silencio desesperado. 
Digo, ¿Qué más pudiera pedir una niñita, no?

Abrumada desde temprana edad.
Dimorfas.

Bonita.
Callada
Atrevida
Coqueta
Sumisa
Estúpida
Basta

Desde que tengo memoria se ha esperado que haga las cosas “Como niña”
¿Qué significa eso?
Tenía ocho años la primera vez que me sentí mal por mi propio cuerpo
sin contar que los próximos diez serían una lucha constante para abatir ese sentimiento
Inútil
Absurdo

El día que corté mi cabello me acusaron de depresiva.
Que me veía como un hombre.
Que mataba mi feminidad.
Pero ¿Desde cuando ser igual a un hombre era sinónimo de enfermedad mental?
Y curiosamente era la primera vez durante mi vida en la cual yo me sentía más apoderada, más segura y más mujer,
pero solamente era yo quien podía verlo.

A los trece aprendí que el amor valía nada si tú mujer no preparabas la cena
A los trece aprendí que el amor no valía nada si tu hombre no llegabas con cartera llena
A los trece aprendí que una familia se puede romper por no cumplir con sus “papeles”
Papeles
Como en el teatro
Se cierra telón.



No es tu culpa. Nada lo es
Sólo soy yo y mi hambre por hacer de mi vida mía.
Porque cuando una mujer es abusada primero es victimizada para después culparla.
Se juzga su vestimenta y
se cuestiona su criterio.
Entretenme, puta.
Sólo es mi hambre por el mundo y tu miedo a vivir
Porque el caer es levantarse
Y las ventanas se cierran al morir el ayer.

No me bajes la luna
que yo sé que no lo valgo
Mejor siéntate conmigo y la subimos juntos
Escapando de este mundo como niña
Para crear uno nuestro, como lo que somos
como humanos.