Curioso es, como comenzamos de nada.
Es importante llegar al principio para encontrar el fin... o
¿Lo es?
Nos ciclamos, nos callamos, nos gritamos, nos quitamos y nos
damos. Encontramos confort en el confort sin hesitar ni temer en lo que hay más
allá de lo que conocemos, o lo que nos han dicho que conocemos.
Claro es, cada ser va por su propio camino y aunque alguien más
lo recorra de la misma manera, jamás se podrá remedar la experiencia. Cada uno va por su camino
viendo las cosas de manera subjetiva. No entendemos. No tenemos por qué
hacerlo. Simplemente sucede.
Jamás entenderemos con su totalidad a alguien y no hay razón
de agobio.
Las aves vuelan en parvadas pero eso no las hace diferentes al rinoceronte, el cual está sólo principalmente a su falta de paciencia al tolerar a otros de su propia especie.
Ambos son seres que buscan un camino.
Ninguno llega a experimentar de la misma manera que alguien más. Podemos querer entenderlo, entrar en la empatía. Pero no se puede mimicar sus experiencias porque genuinamente no las conocemos.
Cada quien tiene una razón de ser, quizá no pueda valerse pero si considerarse.
Es sólo cuestión de seguir caminando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario